miércoles, 4 de febrero de 2009

El Balcón del Guadalquivir

Para este fin de semana voy a proponer, si es que el tiempo lo permite, que según dicen no lo va a permitir, un paseo por una zona de la ciudad que ha sufrido una total renovación en los últimos tiempos, y a la cual me encuentro muy ligado, ya que pasé varios años trabajando en ella cuando se urbanizó.
Se trata del Balcón del Guadalquivir, esa gran zona ajardinada que se extiende entre el molino de Martos hasta pasado el puente del Arenal, un lugar ideal para pasear al sol en los frescos días de invierno, mientras contemplamos el paisaje que se extiende a nuestro alrededor.
Varios son los puntos de interés que hay que destacar. Empezando por el punto más cercano a la Ribera, nos encontramos con la pequeña ermita de los Santos Mártires. Aunque a primera vista pueda parecer una obra de gran antigüedad, dado su estilo entre románico y gótico, se fecha en el año 1881, cuando se levantó allí en conmemoración del antiguo convento que hubo en el mismo lugar, y que la Desamortización se llevó por delante y que, según dicen, se construyó sobre el lugar en que ajusticiaron a San Acisclo y Santa Victoria.
Muy cerca de la ermita se encuentra el molino de Martos, llamado así por encontrarse junto a la antigua puerta de Martos que había en la muralla allí existente. Fue este un antiguo molino harinero que a mediados del siglo XVI se transformó en batán para trabajar la lana. Posteriormente, una vez perdida su utilidad, quedó como punto de reunión de los bañistas que allí se congregaban y, una vez desaparecida esa “playa” de Córdoba, lo dejaron a su suerte, hasta que hace pocos años fue restaurado y convertido en museo. Junto al molino, y paralelo al muro, queda gran parte del azud que desviaba las aguas hacia el molino, aunque en la actulidad se encuentra oculto por la vegetación, que da cobijo a un sinfín de aves para las que la zona es un verdadero paraíso.
Desde ese punto, se puede caminar por las terrazas que componen el parque, entre sus estanques, o por los caminos que discurren entre el césped, cualquier lugar es bueno, hasta llegar al otro lado del puente del Arenal. Allí encontraremos unos restos arqueológicos que son parte de la llamada parada de san Julián, una infraestructura ligada a la existencia del molino que se descubrió durante la ejecución de las obras, y que quedó ahí como testigo de lo que antiguamente hubo en el lugar.
Para finalizar, y no quiero extenderme más de la cuenta, solo invitaros a subir al mirador que hay en el centro del parque, desde el que podréis contemplar una magnífica vista del casco histórico, con la mezquita en primer plano y la sierra al fondo. Una vista única que si la visita se hace al atardecer, llega a ser algo inolvidable por los tonos entre rosas y anaranjados que podremos disfrutar en el cielo.

6 comentarios:

  1. He paseado poer todos esos sietios que mencionas en tu post, es un paseo muy ameno sobre todo en la primavera y principios de verano, son unas vistas magnificas de visitar, ya con varios molinos restaurados y la calahorra terminados sus trabajos de rehabilitación.
    Un abrazo hasta pronto abuelonet.es

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  2. Efectivamente, las vistas son de lo mejor que hay en Córdoba. También se está muy a gusto los veranos por la noche, cuando corre una brisa que refresca algo el ambiente. Te aconsejo que si puedes, vayas a comer algún día al bar Fidias, que está en la entrada del puente del Arenal (ya hice publicidad gratuita).

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  3. En cuanto mis ocupaciones me lo permitan pasare por ese Bar y tomar algo.
    Un abrazo.

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  4. Personalmente, mis preferidos son las patatas ali-oli y la carne al jerez, aunque las berenjenas a la miel también son de destacar.

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  5. La hermandad de la Angustias se ve de San Agustín por desavenencias con los dominicos en el año 1962, y no por el deterioro del convento, que cierto es que lo estaba.
    Saludos.

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  6. Gracias por tu aclaración. Si quieres aportar nuevos datos sobre la iglesia o hermandad, no dudes en escribir.
    Un saludo.

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